jueves, 26 de septiembre de 2013

EN NOMBRE DE MI DESTINO

Hola hace mucho tiempo que no publicaba nada, pero he vuelto y espero no volver a desaparecer por tanto tiempo.
Este vez les traigo algo diferente, es el primer capítulo de una novela que escribí, espero que lo lean y me den su opinión. Un abrazo.





La graduación

Era un gran día en Santillana del Mar, al  menos para mis compañeros de  instituto, que desde hace semanas no hablan mas que de la graduación, del baile, de la ropa que iban  a usar y de lo emocionante que seria acabar con esta etapa de nuestras vidas y comenzar el camino a la vida adulta. Todos estaban emocionados por el cambio que nos aguardaba, ir a la universidad y abandonar por fin este sitio, pero yo no estaba contenta, al contrario me sentía  realmente aterrada, lo nuevo para mi no era sinónimo de emoción sino mas bien de terror. Además  sabia que extrañaría mucho este lugar, para mí era bellísimo, adoraba su clima frío y húmedo, sus cuevas prehistóricas,  sus monumentos de gran antigüedad, sus riachuelos y lo que más me gustaba era que no había gente nueva a la que conocer, ya que solo tenía  unos 2.000 habitantes y todos nos conocíamos, tenía  un toque  muy especial; era como si el tiempo se hubiese detenido, eso me provocaba un sensación de pertenencia y de paz. Pero para mis amigos era un gran problema que tuviéramos que recorrer más de treinta kilómetros para ir al cine o al centro comercial. Yo me sentía diferente a los demás jóvenes de mi edad, me gustaba estar sola, leer y sobre todo sentía un gran interés por las cosas  antiguas.

Era un día bastante frío para ser Julio  apenas se colaban unos pocos rayos de sol por mi ventana,  deseaba con todas mis fuerzas caer desmallada en mi cama así no tendría que asistir  a la graduación y mucho menos a la fiesta que organizaban mis padres, creo que invitaron a medio colegio, para ellos era inexplicable mi falta de interés por las cosas que los jóvenes disfrutaban, por eso se empeñaban en que me reuniera mas con gente de mi edad y la fiesta   era una ocasión perfecta para eso. 

Estando allí tumbada en mi cama pensando en si existía alguna posibilidad de librarme de esa pesadilla, sonaron unos nudillos en la puerta de mi habitación y me asustaron.
-Angela, querida se te hace tarde, hay muchas cosas que hacer-dijo mi madre con voz emocionada, ella era mi antónimo, tenía una hermosa melena rubia, unos enormes ojos verdes, una figura esbelta, sofisticada, elegante y sobre todo muy sociable a sus treinta y ocho años de edad era la envidia de muchas mujeres del pueblo y en cambio yo, era más baja, muy delgada para considerar que tenía una bella figura, de cabello ondulado o más bien desgreñado y color castaño rojizo , ojos grandes  color miel y mirada  triste, como solía decía mi padre, mi tez no era blanca como una muñeca de porcelana como la de mi madre, sino más bien  como la de un fantasma,  era bastante tímida, reservada y un poco antisocial, lo cual le preocupaba a la distinguida señora Andrea, a mi padre no tanto, al doctor Andreus Montenegro no habían muchas cosas que le preocuparan excepto su trabajo.
-Voy mamá-contesté tratando de imitar su emoción, salí de la cama directo a la ducha, no me gustaba mucho mirarme al espejo, pero ese día sentía una necesidad de hacerlo quería ver si podía distinguir el cambio que todo el mundo nombraba, quería encontrar algo que me dijera, Angela todo saldrá bien, las cosas cambiarán en la universidad, pero allí estaba yo igual que siempre o peor ya que tenía unas enormes sombras debajo de mis ojos de un color malva profundo,  la noche no había sido muy buena había vuelto a tener esa extraña pesadilla donde perseguía por un bosque desconocido a un hombre de cabellos dorados como el trigo y le llamaba desesperada entre sollozos, había tenido ese sueños otras veces pero nunca tan claro y no  entendía por qué se repetía ¿que tenía que ver aquel hombre conmigo?.

Mientras me vestía aun indecisa de ponerme el vestido que me había regalado mi madre para la ocasión, porque no era ni remotamente parecido a mi estilo, era de gasa  azul cielo, con tirantes y un escote en mi espalda, lo peor era que jamás conjuntaría con mis zapatillas de costumbre sino que me veía en la obligación de usar zapatos elegantes y medias, que horror.

Otra vez sonó la puerta y era mi madre pidiendo permiso para verme y ayudarme a peinarme.
-Angela, por Dios no pensaras ir así- me dijo horrorizada por mis ojeras y mi pelo recogido con una simple coleta.
-Mama por favor no quiero maquillarme, sabes que lo odio, y que voy a ser con éste pelo que parece tener su propia personalidad-
-mi cielo deja que te ayude te pondré solo un poco de maquillaje y te arreglaré el pelo, hoy es un día muy especial, el fin de una etapa, a partir de ahora serás una adulta y ya no mas mi niñita-lo dijo como si se lo creyera realmente, le miré a los ojos y no pude negarme, ella estaba tan emocionada, que era demasiado cruel no darle gusto.
Al terminar de arreglarme me miro con los ojos empañados a punto de llorar y me dijo
_mi niña estas preciosa- yo me sentía como un payaso, esa no era yo, mis pocos amigos no me reconocerían.

Cuando baje las escalera me sorprendió ver a mi padre, muy elegante y con una sonrisa de oreja a oreja.
-Angela, princesa, estas hermosa, déjame inmortalizar el momento- sacó su cámara y me sonrió lleno de orgullo. No me gustaban nada hacerme fotos, quizás yo era la rara, era imposible que ellos me entendieran, lo único que me hacía sentir mejor era que dentro de dos meses iba a estar muy lejos de ellos para que pudieran ver si me peinaba o maquillaba.

Sin remedio posé para la foto y fingí una gran sonrisa, en ese momento sonó el teléfono- ya voy yo, seguro es Estefany-  salí corriendo a coger el teléfono.

-Hola, si ya estoy lista, yo también estoy muy emocionada- fingí, ella no dejaba de parlotear al otro lado de la línea como de costumbre,  era mi mejor amiga aunque jamás le había  contado cómo me sentía en realidad, la verdad es que creo no hubiese valido la pena, porque solo hubiese pensado que yo estaba loca.
Ella y yo éramos muy diferentes sin embargo habíamos sido amigas todo el instituto, yo la rarita y ella la guapa, popular, sexy y extrovertida chica de melena lacia color caramelo y ojos verde oliva, le encantaban las fiestas y aun mas los chicos, había perdido la cuenta de sus novios, era muy liberal e independiente porque prácticamente  vivía sola, su madre Estefania Martins era comercial de una multinacional y pasaba mucho tiempo viajando.

-Angela, ¿estas allí? Te has quedado como ida, tú siempre en otro mundo-
-Si aquí estoy te oía, claro-
-amiga me ha llamado Sebastian  está muy emocionado con lo de tu fiesta casi no se lo puede creer, la verdad es que creo que piensa que ésta es su última oportunidad, no sé,  porque nunca le has aceptado, ¡es tan guapo¡-dijo con un suspiro largo al final, la verdad lo era, pero yo jamás lo había podido ver más que como un amigo.
-Bueno Estefany, tengo que colgar mis padres ya se desesperan, te veo luego.
-ya sabes, querida piénsalo.
-¿que?._
-lo de Sebastian, por supuesto, esta podría ser tu última oportunidad de no llegar virgen a la universidad y además no sería con cualquiera y en una noche especial y con uno de los chicos más bellos del instituto, no seas tonta- por un momento lo pensé, quizás yo era un bicho raro y él a pesar de ser bastante guapo, con sus grandes ojos azules y cabello oscuro y ese cuerpo tan atlético, tenía dos años babeando por mí, que mas podía pedir, era realmente sexy, pero enseguida lo descarté no sentía más que amistad por él, no era lo que yo quería.
-Estefany me voy y  déjate de tonterías.

-Vamos Angela, es tarde- gritó mi madre.
-voy, voy- casi me caigo al intentar correr con esos zapatos, no sé como algunas los llevan todos   los días.

¿Por qué yo no podía ser como las demás chicas de mi clase?, pensar en la ropa, en los chicos, sin dar tantas vueltas a las cosas, sin pesadillas extrañas y sin esperar que las cosas fueran de un modo tan especial.

Allí estaba yo sentada esperando oír mi nombre para recibir el estúpido diploma, tal vez en ese momento sentiría la gran emoción de la que todos estaban hablando.
Por fin llegó el momento – Angela Montenegro_ cuando escuche pronunciar al director mi nombre el pulso se me aceleró y al subir sentí que las piernas me temblaban, que el corazón me saltaba como un caballo galopando desbocado, la sangre me subía a la cabeza y sentí un fuerte retortijón en el  estomago, sonreí y pensé, ¡será la emoción¡, pero a medida que subía me daba cuenta que no era eso lo que sentía,  era terror, lo reconocí porque siempre me era fácil sentirme aterrada como si en el fondo de mi corazón supiera que mi vida estaba destinada a un trágico final. Alejé ese pensamiento de mi cabeza enseguida nunca entendía porque siempre revoloteaba la sensación de tragedia a mi alrededor , tal vez solo era una adolescente patética y cobarde.

El señor Marqués me extendió la mano y me entrego con una gran sonrisa el diploma, yo le di la mano temblorosa, el sonrió y me dijo -tranquila Angela es un gran día- seguramente pensó que yo estaba realmente entusiasmada.
Por fin acabó la ceremonia, todos estaban riendo o llorando, gritando, pero yo estaba igual con ese mismo vacío en mi estomago, sin sentir ningún sentimiento ni de alegría ni de tristeza, solo me dejaba llevar por los demás y trataba de fingir que era tan feliz como el resto.

-Querida una foto con tus amigos- sin darme cuenta ya estaba allí Sebastian con su gran sonrisa poniéndome su fuerte brazo sobre mis hombros, no había manera de rechazarlo sería una gran mala educada, del otro lado estaba Estefany con su novio de turno David, también era bastante guapo con un estilo  muy americano, creo que era de Canadá, la verdad no lo sé, tenía unos ojos grandes y de un gris profundo, el pelo un poco largo, rizado y rubio oscuro, con una nariz puntiaguda, era muy alto 1,90 quizás, a su lado Estefany se veía más pequeña, también estaba Vanesa no éramos precisamente las mejores amigas, pero si buenas compañeras,  era morena de pelo liso y facciones muy finas y delicadas, la verdad me parecía bastante bonita, me llevaba bien con ella porque era bastante discreta e introvertida, y no me incordiada con su cháchara como lo hacía Estefany. El novio de Vanesa también estaba, era muy diferente a ella ,la verdad, con ellos se demostraba lo de que, los polos opuestos se atraen, él era escandaloso, pertenecía al equipo de fútbol, era muy grande, muy sociable y rico sus padres eran dueños los únicos supermercados del pueblo. Ellos cinco eran los componentes de mi gran grupo de amigos así que no entendía como en la fiesta que ofrecían mis padres habían unos treinta y cinco invitados eran treinta mas de los que yo hubiese soportado. Todos sonreímos y posamos para la foto de mi madre.
-Adiós Angela, hasta más tarde nos vemos en tu casa-  se despidieron Estefany y David, Vanesa y Daniel lo hicieron con un simple movimiento de manos, Sebastian me pilló desprevenida y me estrujó entre sus brazos clavándome un sonoro beso en la mejilla – nos vemos más tarde nena, estaré contando los minutos- creo que realmente estaba ansioso y muy esperanzado en lo que podía pasar esa noche, lo empujé delicadamente y le dediqué un tímida sonrisa, creo que me sonrojé.

Antes de la fiesta mi madre había  reservado en un bonito restaurante para que cenáramos los tres ya que decía que en la fiesta me darían intimidad para disfrutar con mis amigos, como si el horror de la fiesta no fuera bastante, tendía que pasar dos horas cenando con mis padres hablando de lo bueno que sería la universidad para mi, de lo bien que me la pasaría, de que conocería gente nueva y seguramente al hombre de mi vida. Como si eso me fuera a hacerme sentir mejor.

Como yo pensaba la cena fue una estrategia de mis padres para sacarme información sobre lo que pensaba de la universidad.
-Angela, querida porque te veo como preocupada deberías estar feliz, tú sabes lo que yo hubiese dado por ir a la universidad y hacer una carrera exitosa, tú con todo tu talento llegaras muy lejos, no sé porque te preocupas- mi madre me clavó una mirada con los ojos llenos de confusión.
-mamá no me preocupa nada más que el cambio, dejar la casa y conocer gente nueva sabes que nunca se me ha dado bien- le respondí siendo totalmente sincera me asustaba el cambio en vez de estar emocionada, deseaba con todo mi corazón poder quedarme eternamente en mis ya conocidos 18 años, con mis pocos amigos y emociones.

La verdad me sentía culpable mis padres estaban haciendo lo imposible para que yo me sintiera feliz,  como lo habían hecho toda mi vida, pero no era capaz de serlo, a veces pienso que soy de otro planeta un ser extraño incapaz de sentirme como el resto de los mortales, siempre estoy como pez fuera del agua, siempre me siento rara.

         - Angela, por favor casi ni has probado tu filete, ¿no está a tu gusto? ¿Quieres otra cosa?
                   no papá está muy bueno gracias, es que creo que los nervios me han quitado el hambre.-
                   ja ja Angi, no mientas, tú nunca tienes miedo-
Miedo no ¡terror¡ es lo que tengo, pero me callé no era necesario que mis padres vieran lo loca que estaba.
Al fin terminamos de cenar y volvimos a casa, voy a poder estar a solas una hora antes de que empiecen a llegar los invitados a la gran fiesta.

No me molesté en cambiarme de ropa, algo que a mi madre le molestó bastante aunque no me lo digo con palabras su mirada bastaba.

El primero en llegar fue Sebastian con Estefany y David.
                   Hola princesa, como estuvo la cena con tus viejos, ¿tan aburrida como la mía?-
                   Bueno no ha estado del todo mal- mentí descaradamente, pero él estaba más pendiente de mi escote que de mi respuesta.
Estefany y David me besaron cada uno a un lado con mucho cariño.
                   Ya estamos aquí Angela así que prepárate para la mejor fiesta de tu vida- dijo Estefany, mientras bailoteaba hasta la mesa de las bebidas.
Luego llegaron los hermanos García, los saludé aunque creo que era como mucho la tercera vez que les dirigía la palabra.

En solo media hora el salón de mi casa estaba lleno de jóvenes deseosos de fiesta, yo no entendía cómo era posible que siendo yo la persona más invisible del instituto hubiera tanta gente, me imagino que era porque se alegraban de tener una fiesta con buena música, comida y bebida gratis, no podía haber otra explicación.

-Estefany, que raro que no ha llegado aún Vanesa-
-Es que tenía que pasar primero por casa de Dany, creo que los padres le tenían un regalo a ambos o algo así.
-ah ya.
-Angela, ¿bailamos?
-Sebastian, ah no sé, seguramente terminaré dándote un buen pisotón.
-no seas tontina, vamos, un baile no te matará.
-no, si no me preocupo por mí, sino por ti, no quiero hacerte daño- creo que lo dije con doble intención sabia que él tenía muchas ilusiones en que en esta fiesta pasara algo entre nosotros, y aunque por la tarde me lo había planteado, sabía que era imposible, él no era el hombre de mis sueños, ¡ literalmente¡.Antes de que pudiera negarme rotundamente, me tiró del brazo a la pista y terminé dando vueltas un poco fuera de ritmo.
-Nena, sabes que siempre has sido muy especial para mí y que quiero que seamos más que a....-
-lo siento, Sebastian, voy a abrir la puerta, alguien llama.
-pero, Angi, deja que abra otro.
Le solté rápidamente, era mi mejor escusa para escarpar, sabia como terminaría esa frase y no me apetecía rechazarlo directamente el día de la graduación.

Abrí la puerta y era Vanesa y Dany.
-hola Angela, siento que lleguemos tarde, pero no te lo vas a creer los padres de Dany nos han regalado un viaje  de una semana para París, te lo puedes creer ¡París¡-
-es genial, será una gran oportunidad de reforzar tu francés- que comentario más imbécil ella seguro estaría pensando en lo romántico que sería una semana a solas con su guapísimo novio y yo desvariando con el francés. Nunca la había visto tan efusiva, ella siempre estaba calmada.
-ja ja eso es lo que tenemos pensado practicar francés- dijo Dany con una sonrisa sarcástica.
El novio de Vanesa no me parecía muy fiable era demasiado guapo y prepotente el típico jugador de fútbol de instituto, la verdad no la veía con él para nada.

Me quedé petrificada en la puerta después de que ellos ya estaban en la mesa de las bebidas, que parecía el punto de reunión de todos.

          -Angela, ¿que esperas?
                   a vuestro acompañante, ¿no venia un chico detrás?- pregunté convencida de ello.
                   ¡no¡ solo estábamos nosotros, ¿estas teniendo alucinaciones? ¡Ja ja ja¡
                   Está un poco loca, siempre te lo he dicho Vane- le dijo Dany riéndose a carcajadas.

Cerré la puerta aun mirando, juraría haber visto un chico alto de pelo rubio a unos cuantos pasos de ellos, lo que me faltaba estaba alucinando, tal vez el irritable de Dany tenía razón y estaba totalmente loca, traté de olvidar el incidente y disfrutar de mi fiesta.

Después de un rato ya me sentía más a gusto, charle animadamente de tonterías por aquí y por allá, con gente con la que nunca había hablado, bailé otra vez con Sebastian, también con David, que por cierto era un excelente bailarín, con Gustavo que ni sabía que existía, y comí y hasta reí.

La fiesta estuvo mucho mejor de lo que yo pensaba y se lo agradecía a mi madre, porque me había relajado bastante y hasta llegué a pensar que todo sería genial como todos decían y que yo terminaría siendo una joven totalmente normal.

A las tres de la madrugada, se despidió Sebastian, después de ayudarme a recoger la basura, y sobre todo después de que perdiera la última esperanza de tener algo conmigo esa noche.

Estaba contenta, la fiesta para mi sorpresa había sido un éxito, y además exhausta por lo que dormiría a pierna suelta sin que me embargaran ninguno de mis pensamientos autodestructivos sobre lo malo que sería la universidad para mí.

Estaba muy cansada para ducharme, pero pensé que una ducha caliente me aseguraría un sueño relajado, así que tomé uno bastante largo, hasta que terminé de quitar de mi pelo todas las horquillas y la laca que me puso mi madre para domesticarlo y todo el maquillaje se hicieron las 4 de la madrugada, así que seguro dormiría hasta bien entrada la mañana.

La primera aparición.

Otra vez estaba corriendo por una preciosa playa de arenas blancas y mar turquesa, el sol brillaba intensamente y calentaba mi blanca cara, había una brisa marina muy caliente que  abrasaba todo mi cuerpo, solo escuchaba las aves y las olas rompiendo en la orilla, hasta que escuche un grito  ¡Ales, Ales, Ales¡ ¡ no me dejes estoy aquí¡ me desperté sobresaltada y sudando apenas eran las 6 y afuera llovía a cantaros y entraba por mi ventana una brisa helada, no sé porque sudaba. Era el mismo hombre alto, con un cuerpo escultural como un dios griego y el pelo desordenado por la brisa y la velocidad con que corría a unos cuantos metros delante de mí, que había visto en el umbral de mi casa. No estaba asustada como cuando tienes una pesadilla sino desesperada, ansiosa y algo triste, me desperté con esa sensación como quien persigue a alguien a quien desea alcanzar, las manos me temblaban y el corazón me dolía de lo rápido que latía. Me levanté y respiré profundamente contando hasta cien para calmarme, ¿por que soñaba con alguien que no conocía?  Y peor aun ¿por que perseguía a ese hombre?, que es lo que me ocurre, ¿quien es él? ¿Por qué me siento tan desesperada? Si, ni siquiera existe ese Ales, por lo menos no en mi vida.

Me quedé pensando en la cama durante una media hora, no podía entender como ahora ese hombre de mis sueños, también lo había visto en el portal de mi casa, y porque nunca le había visto la cara, tal vez fuera un actor de alguna película que había visto cuando era pequeña y que me había parecido hermoso y por eso soñaba con él, tal vez hablar tanto de cambios  había traído un recuerdo de mi subconsciente, ya que llevaba soñando con él las últimas semanas de clase, cuando de lo único que hablábamos era del fin de la niñez.

No podía conciliar de nuevo el sueño, a pesar de que me puse mis viejos audífonos con mi canción favorita, la que siempre me relajaba cuando estaba nerviosa, pero lo único que hacía era dar vueltas y vueltas en la cama, así que bajé a tomar un vaso de leche, mis padres aun dormían plácidamente, el ruido de la lluvia se intensificaba, me senté mientras la calentaba en el microondas, estaba oscuro solo se veía la luz del aparato, mientras el vaso daba vueltas como una bailarina en una caja de música; de repente allí estaba él mirándome en el marco de la puerta, era sorprendente, blanco, con el cabello despeinado como en mi sueño y tapándole los ojos, no podía distinguir su rostro, pero sabía que era hermoso, estaba inmovilizada no podía dejar  de mirar, sentía que se  me cortaba la respiración, tenía el corazón desbocado, estoy soñando, pensé, pero en ese instante el micromicroondas pitó y él desapareció, tomé el vaso caliente en mis manos y como si estuviera sonámbula bebí un trago, estaba tan caliente que me quemé la lengua, al sentir el dolor supe que no estaba soñando, estaba totalmente despierta, no había sido un sueño, era verdad estaba allí frente a mí, otra alucinación, un fantasma, un demonio, no, no podía ser un demonio, tal vez un ángel  aquella belleza no podía ser algo malo, tal vez eran solo mis hormonas, Estefany decía  que ser virgen a mi edad no era saludable, quizás estaba necesitando un novio y mi mente que siempre había funcionado de una forma bastante extraña me estaba fabricando uno, lo suficientemente atractivo para mi gusto, porque los reales no cumplían las aspiraciones de mi cuerpo, ¡ si definitivamente era eso¡ falta de un novio de carne y hueso, pero eso iba a ser imposible porque no podía existir un humano de carne y hueso tan hermoso. Me terminé mi vaso de leche con mi dolor en la lengua y una sensación extraña y desconocida en mi cuerpo.

De nuevo en mi habitación, me envolví entre las mantas de mi cama decidida a dormir ya eran casi las 7 y yo no había pegado ojo, el cansancio me pasaba factura, así que me rendí y dormí tranquila hasta las 4 de la tarde, creo que nunca había dormido tantas horas seguidas sin despertarme sobresaltada por un mal sueño o por un pensamiento extraño.

martes, 24 de julio de 2012

Nueva ropa de Diesel para el verano 2012

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¿Quieres conocer las últimos modelos de la marca de moda Diesel para esta temporada? Vestidos, faldas, franelas, camisas, shots en distintos colores, diseños y tejidos. Pero lo principal Blue jeans.


Como puedes observar, los nuevos modelos de Diesel son preciosos y siguen las ultimas tendencias en moda femenina 2012. Lo malo de ropa de esta firma, es que la prendas no son baratas, así que podemos armar este look completo en otras marcas low cost. Pero bueno, un día es un día. ¿Te parece bien que pasamos a ver las imágenes?


ROBERT PATTISON HABLA SOBRE EL FESTIVAL DE CANNES


Robert Pattinson concedió una entrevista a la revista BlackBook a pocas semanas del estreno de su última película Cosmopolis.

El actor posó tanto para la portada como para las páginas interiores de la publicación y concedió una entretenida entrevista.

Sobre comprar un carro de Craigslist (web de avisos clasificados):"La primera vez que alguien dijo algo sobre mi siendo famoso fue cuando traté de comprar un carro hace unos años. Se trataba de un BMW convertible, 89 por $ 1,000 que he encontrado en Craigslist. Fui a las montañas para probarlo y, por supuesto, casi se estrelló. Unos días más tarde volví a recogerlo. Yo había dicho que era un actor y el tipo me miró. Cuando volví, él dijo, ´Tío, ¿te das cuenta que eres # 2 en IMDB?´, Pensé, ´S***, ahora no puedo pedir los 200 dólares de descuento´".

Sobre estar en el Festival de Cannes:

"Perdí mi mente. Me estaba preparando para pelear con 1.500 personas en el Festival. Yo estaba amplificado para arriba. Yo era sólo un chico que iba por ahí con mis pantalones abajo y mis cordones de los zapatos desatados y tratando de no caer. Hasta que esto pasó... la mayoría de las personas de 15 años hace películas que nadie ve. Ahora estoy en Cannes".

Sobre su dieta líquida:

"Estoy en una dieta de todo-líquido. Tenía que estar sin camisa para una sesión fotográfica, así que le pregunté a un nutricionista, ¿qué es una dieta en la que todavía se puede beber tanto como usted desea?. Ella dijo que una dieta de líquidos y aquí estamos".

Fuente: generaccion.com 

COLECCIÓN VERANO 2012

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